Hacía 1940 durante una de las velaciones en Tlatelolco, Don Manuel Luna se quejó amargamente porque el segundo de Manuel Pineda se atrevió a danzar sin camiseta argumentándole que los antepasados bailaban con el pecho descubierto, ante lo cual Don Manuel responde indignado: “Ciertamente... pero nuestros antepasados eran salvajes y nosotros somos gente civilizada” (Stone:173).
Coincidiendo con esto también Flores Moncada (1996:23, 24), cuenta que en una conversación con el general Aranda hacia 1939-1940, Manuel Pineda Escalona, segundo capitán del Estado de México y J. Natividad Reina, Capitán de Altos y Bajíos, en una de las reuniones en Chalma introdujeron una interpretación del antiguo traje azteca, enfrentándose a la oposición del resto de los danzantes. Aranda relata que fue muy valiente de parte de Pineda empezar a utilizar el traje azteca, que incluso hubo un intento de violencia y que su grupo (el de Aranda) estaba dispuesto a defender a Pineda con armas punzocortantes que llevan bajo los uniformes. Pero afortunadamente se evito tal gresca y poco a poco el traje azteca se fue popularizando, a pesar de la resistencia de muchos otros danzantes quienes impedían la participación de "los encuerados" en los atrios de las iglesias. Además en el estandarte de Pineda apareció también la innovadora leyenda “Danza Azteca del Príncipe San Miguel”. Fue entonces, de acuerdo con el mismo autor, cuando se introdujeron también los instrumentos prehispánicos como el huehuetl, el teponaxtle y los caracoles, cuando renació el orgullo por sus antecedentes prehispánicos y ante todo cuando nació la danza azteca que después siguieron sus hijos Miguel Angel Pineda y Mario Andrés Pineda, así como Felipe Aranda, Fernando Flores Moncada y la mayor parte de los grupos de danza tradicional y no tradicional.

La evolución del traje de los danzantes de la tradición es de suma importancia, pues en la actualidad la mayoría de las mesas han adoptado una versión del traje azteca. Así, una versión de la antigua indumentaria sólo es utilizada por algunas mesas. Aunque debemos de aclarar que en realidad la actual indumentaria de “nagüilla", es también muy diferente a la nagüilla que nos describieron varios autores de finales de los años treinta, ya que la falda es más larga y se puede decir, más elegante.
A continuación aparecerán imágenes del vestuario de los danzantes y algunos artículos que utilizan:
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