ORGANIZACIÓN

La organización de los danzantes es muy compleja y al mismo tiempo muy guamente implicaba mucha disciplina, la disposición correcta, los atributos year minaciones de un cargo. Están organizados de manera jerárquica, de acuerdo con rangos del antiguo ejército español: generales, capitanes, alférez y soldados.

En la actualidad hay una especie de consejo supremo, formado por los jefes o capitanes de conquista, una “federación bajo una palabra” y una cadena de capitanes, bajo los cuales están varias “mesas” dirigidas a su vez por capitanes, subordinados a un capitán general después de haber aceptado su soberanía en un acto formal.

También existe un grupo de generales cuyos cargos son una especie de títulos honoríficos otorgados a ciertos jefes con mucha antigüedad y méritos dentro de la danza. Por ejemplo, en 1993-1994 el jefe Manuel Luna y en 1995 el jefe Ernesto Ortiz fueron nombrados generales de conquista mediante una ceremonia de velación en Santiago Tlatelolco.

Hay dos tipos de dirigentes que pueden llegar a ser generales: los de sangre y los de conquista. Aparentemente, la distinción radica en que los primeros son herederos biológicos de otros capitanes y los demás fueron “conquistados” o ganaron su puesto a través de ascensos dentro de la mesa.

Zúñiga (:7) dice que el nombramiento de un capitán generalen acuerdo entre generales y herederos, el cual se otorga "durante el desarrollo de alguna obligación importante, por sus méritos, diligencia y antigüedad en la danza, así como por las Mesas conquistadas a las cuales rige".

Los cargos de capitanes y de capitanes de conquista se heredan, los herederos son escogidos por los mismos jefes, generalmente entre algún descendiente o entre una persona muy allegada a la que se nombra como heredero en una velación especial.

Los capitanes generales establecen la palabra" que es conocida como "el cuartel general". La palabra" de un capitán es un compromiso u obligación de por vida con la danza.



Para finales de los años cuarenta, Guerrero menciona a cinco capitanes generales: congregaciones del D.F., Tlaxcala, Guanajuato, Querétaro e Hidalgo con sus respectivos segundos capitanes que desempeñan la función de comisario general que suple al capitán general durante su ausencia.

Los grupos más pequeños llamados "mesas", y designados por Anáhuac González (1996:214) "linajes dancísticos", son dirigidos por un capitán y están representados por un estandarte que tiene carácter sagrado, se considera una reliquia y juega un papel importante en todas las ceremonias.

Estos estandartes, también conocidos como “árboles", originalmente fueron otorgados por los misioneros en la Colonia. Después, cada mesa nueva "levantaba” su propio estandarte en el que se especificaba el santo al que estaba dedicada, el nombre del capitán y la fecha de su fundación. Estos árboles” eran colocados en las cuatro esquinas y el centro, durante las danzas, representando los cimientos de la obligación". Los estandartes son de tela y miden aproximadamente 125 x 90 centímetros de alto. En los cuatro estandartes de las esquinas están pintadas o bordadas las imágenes de los cuatro santos correspondientes a los cuatro vientos y el santo al que está dedicada la mesa.

Cada vez que se levantaba una mesa, el capitán otorgante entregaba un papel que lo documentaba y en él se comprometía a una serie de obligaciones, entre ellas las marchas o peregrinaciones a los santuarios que se le indicaban, que implicaban velaciones y danzas.

Ingreso a la hermandad de los danzantes

Puede haber varias razones para entrar a una mesa: por tradición familiar, por una promesa a un santo o simplemente por gusto. Para hacerlo se plantea al capitán de la mesa el interés y éste informa de todas las obligaciones que adquirirá y de los sacrificios que tendrá que hacer.

En la iniciación que tiene lugar frente al oratorio están presentes todos los miembros. El solicitante trae flores, velas y jura obediencia a los estandartes, prometiendo ser un soldado fiel. Después se hinca y es cubierto por los estandartes, así permanece durante hora y media sosteniendo un ramo de flores y velas encendidas en sus manos. Mientras, el capitán le hace una limpia con un ramo de flores, de piru y romero. Después, todos lo sahúman y lo felicitan abrazándolo. El nuevo conchero se pone de pie y promete cumplir con todas sus obligaciones (Toor:325-326, Stone:138).

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