
Actualmente, se pueden distinguir dos tipos principales de indumentaria: la de danzante de “nagüilla” o de los concheros propiamente y las del resto de los danzantes que han adoptado la indumentaria azteca. Los primeros, tanto hombres como mujeres llevan una túnica larga, generalmente de color guinda, verde o azul adornado con grecas, un penacho de avestruz; como se ha dicho su único instrumento musical es la concha y sonajas los que no tocan la concha. Por su parte los de la danza azteca visten una impresionante indumentaria, copiada en su mayor parte de códices y en la que vuelcan toda su imaginación, dando como resultado trajes verdaderamente hermosos y llamativos, sobre todo los que llevan penacho de plumas de faisán. Los hombres usan taparrabos, una pechera, rodilleras y una manta anudada en el hombro; y las mujeres una túnica más o menos larga en ocasiones incluso llegan a llevar un taparrabo o una falda y blusa. Ambos usan los penachos y los ayoyotes en los tobillos.

Los danzantes aztecas utilizan como instrumentos musicales para acompañar su danza, el huehuetl, el teponaxtle y el caracol, así como los ayoyotes y las sonajas. En algunas mesas, sobre todo entre los hombres, se ha introducido la moda de la pintura, tanto facial como corporal, aunque desde antes había unos danzantes conocidos como “los rayados” que pintaban su cara con una raya horizontal.
Aparentemente, los instrumentos musicales también han sufrido cambios. Vázquez Santa Ana (II:247-248) describe a los antiguos danzantes otomíes de Sangremal usando teponaxtle, huehuetl y flautilla, 17 instrumentos que no aparecen entre los concheros tradicionales del siglo xx, mientras que por otra parte no menciona las conchas. También dice que antes llevaban arcos, flechas y unas sonajas en las manos, y además realizaban actividades complementarias a la danza, entre las que destacan carreras y el juego de pelota.

La mayoría de los investigadores los mencionan danzando con las conchas y a veces con un pequeño tambor. Godínez afirma que las mujeres comenzaron a usar las sonajas porque no sabían tocar las conchas, tampoco usaban los cascabeles” en las piernas.18 Es interesante la importancia que tienen las plumas entre los concheros, de tal suerte que se han convertido en un objeto de intercambio comercial que deja mucho dinero a quienes lo manejan. La mayor parte de las plumas, sobre todo de faisán pero también de otras aves, son importadas de Estados Unidos; poseerlas y lucirlas en los penachos es un símbolo de prestigio entre los danzantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario